Las víctimas del bullying suelen ocultarlo a sus padres y maestros. Por eso es importante estar atentos a lo que les ocurre a nuestros hijos. Además hay una serie de indicios que pueden ayudarnos a descubrir una situación de acosos escolar en la vida de nuestros hijos:
- Cambios en el estado de ánimo. Si advertimos que nuestro hijo o hija está más triste de lo habitual sin que haya una causa aparente y que esa tristeza dura un tiempo, deberemos hablar con él para averiguar si se debe a una situación de acoso.
- Se niega a ir a la escuela. Si de pronto un chico o chica se niega a ir a la escuela, inventa enfermedades para quedarse en casa o pone objeciones absurdas.
- Cambia su comportamiento. Si comienza a mostrarse miedoso, nervioso, distraído o huidizo y no consigue explicarnos por qué le ocurre eso.
- Tiene moratones o heridas frecuentes.
- Le desaparece dinero u objetos personales y tampoco es capaz de explicar dónde están o da explicaciones absurdas.
No siempre es acoso
Si a nuestros hijos les pasan una o varias de estas cosas, no es seguro que la causa sea que esté siendo sometido a abuso escolar pero tendremos que hablar con él o ella e indagar qué está ocurriendo. Aunque no siempre es fácil hablar con los adolescentes debido a sus
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